El período previo a la competición suele ser entre tres y siete días según el tipo de deporte. No obstante, todos tienen en común que las reservas de glucógeno de la muscular deben estar al completo, ya de que en los deportes de resistencia en general y en los de resistencia con empleo de fuerza, el aumento de la reserva de glucógeno consigue aumentar el rendimiento en la competición.
El sistema más utilizado para optimizar las reservas de glucógeno consiste en realizar un esfuerzo tres o cuatro días antes de la competición. Luego durante estos últimos días, la alimentación consistirá principalmente en hidratos de carbono, y el entrenamiento se prosigue con un ritmo relajado, a fin de que no impida el almacenamiento del glucógeno en la musculatura que se pone en acción.
Para ello la proporción de nutrientes será es la siguiente: hidratos de carbono: 70-80 % , grasas: 10-15 %, proteínas: 10-15% de la energía alimentaria.